Veranos de la Villa 2016 presenta una gran diversidad de contenidos para toda la ciudad y todas las personas, sin exclusión. Música popular, clásica, jazz, electrónica, flamenco, deporte, circo, danza, encuentros y fiestas populares, de, para y con la gente de todas las edades. Una programación para todos los gustos y, sobre todo, cercana, asequible, al alcance de todos los madrileños, madrileñas y gentes que nos visiten. Podremos volar cometas, bailar en una plaza, redescubrir a Cervantes, disfrutar de un partido de rugby, ir al circo entre pinos, escuchar música barroca o flamenco en medio de un olivar…
La tabla central del famoso tríptico El jardín de las delicias del Bosco –que tenemos el privilegio de poder contemplar en Madrid en el Museo del Prado este verano junto a otras obras maravillosas de su autor- representa un mundo onírico poblado por numerosas mujeres y hombres de diferentes razas, que parecen vivir felices, solos, en parejas o en grupos, rodeados de animales, árboles, plantas y frutas, lagos y ríos.
En otra parte de la composición pictórica también podemos comprobar que esa felicidad tiene su lado oscuro, a la vez que el lado opuesto nos muestra la posibilidad de un mundo mejor.
Madrid también es, en cierto modo, todo un mundo, diverso, complejo y heterogéneo en sus modos de vida, maneras de sentir y en sus manifestaciones culturales, con sus ‘infiernos’ y sus ‘paraísos’, su pasado, su presente y su tiempo por venir.
Esta gran ciudad -que ahora mira al futuro y vive tiempos de transformación- se merece unos Veranos de la Villa acordes con esta evolución. Por eso ofrecemos a todo el pueblo de Madrid un amplio abanico de actividades festivas y artísticas que por primera vez se extienden por todo lo largo y ancho de su territorio. Os invitamos a conocer mejor la ciudad, a acudir a lugares a los que la vida cotidiana jamás nos ha llevado, a volver a otros a los que nunca habíamos regresado o, simplemente, a descubrir rincones inéditos. Habrá múltiples y diversas actividades en distintos lugares que nos permitan reconocernos más y mejor entre nosotros, encontrarnos con invitados o visitantes llegados de todos los lugares del mundo, compartir las alegrías, disfrutar de la diversidad artística en cualquier barrio, al lado de casa o cerca de la de algún amigo, pasear a la luz de la luna, caminar de la mano de nuestros hijos, abuelos, vecinos o animales de compañía. Porque, como nos enseña El Bosco en El jardín de las delicias, también esta ciudad, de la mano del arte y la cultura, puede llegar a ser más habitable, amable y amigable. Esa es la atmósfera que impregna la narrativa cultural de una ciudad plena de alegría y creatividad, que ahora se expresa a través de estos Veranos de la Villa 2016 para el mejor de los disfrutes y las convivencias.
Celia Mayer, Delegada del Área de Cultura y Deportes
Santiago Eraso, Director General de Contenidos y Espacios Culturales de Madrid Destino