Del 25 de junio al 23 de agosto la ciudad se convirtió en el centro de atención artística con una nueva edición de los Veranos de la Villa, que presentó su nuevo escenario: el Espacio Puerta del Ángel.
La gran cita estival de la cultura en Madrid, punto de encuentro de grandes artistas nacionales y extranjeros, permitió que la noche en la ciudad fuera todo un espectáculo. Como todos los años, hubo música, danza, teatro y un sinfín de propuestas a cielo descubierto dentro de la programación de los Veranos de la Villa, que este año llegaron con una gran novedad: la creación del Espacio Puerta del Ángel, en la Casa de Campo, como escenario principal. Un enclave único, al aire libre, con una gran calidad ambiental, rodeado de vegetación y con una de las mejores vistas panorámicas que se pueden obtener: la de la cornisa del Palacio Real sobre el Campo del Moro.
Para inaugurar el Espacio Puerta del Ángel, un musical con historia: West Side Story, versión fiel al original de Broadway a cargo de la compañía BB Promotion GmbH, que, en su 50 aniversario, recaló por primera vez en España. Un amor imposible al estilo de Romeo y Julieta pero en clave urbana, que estuvo en cartel hasta el 5 de julio. Fue entonces cuando las grandes estrellas comenzaron a brillar con luz propia. Por esas mismas tablas desfilaron durante el mes de julio ilustres de la talla del guitarrista, cantante y compositor George Benson, Kool & The Gang y su eterno funk, Dulce Pontes, Juan Perro, Cesária Évora, Gilberto Gil, John Fogerty, James Taylor, Burt Bacharach y tres grandes voces de ayer y de hoy: Lou Reed, que actuó junto a Laurie Anderson, Jerry Lee Lewis, el incombustible rey del boggie-woogie salvaje, y toda una diva, Anastacia. El flamenco llegó de la mano de ese dúo racial formado por Cigala y Tomatito, y la delicadeza en estado puro, en cada nota del mágico soul de Seal (27 de julio).